Echa un vistazo a tu alrededor y contabiliza los artículos que disponen de conexión a internet en tu empresa: que si el móvil y el ordenador, la tablet, el televisor en la salas de reuniones…hasta la nevera del comedor para trabajadores es ya “smart”. El internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés) y la hiperconectividad en la que vivimos nos hace la vida en la empresa más fácil, pero también nos genera una gran dependencia. Y es de esta dependencia tecnológica de lo que se aprovechan los ciberdelincuentes para asestarnos un golpe doloroso.